Las características de la materia son diferentes dependiendo del sentido de laminación; En efecto, la materia no reacciona de la misma manera si la pieza se pliega en el sentido de la fibra o perpendicularmente;Pero, además, algunas materias, como el aluminio, son más sensibles, y otras, como el acero inoxidable, lo son menos.
Además, se debe tener en cuenta que la fibra es más rígida en un sentido que en otro:
- Cuando se pliega una pieza en dirección opuesta al laminado, la resistencia al plegado es más fuerte. De este modo, la presión necesaria para llegar a sostener el ángulo será mayor debido a un fuerte retorno elástico.
- Por el contrario, cuando el plegado se realiza en el sentido de la fibra, será más fácil «romper» la materia, puesto que el retorno elástico es menor y el plegado es más homogéneo.
Una solución: plegar las piezas a 45° con respecto al sentido de la fibra
Para optimizar las limitaciones y ventajas del sentido de laminación, los industriales que producen piezas de alta exigencia, como, por ejemplo, en el sector de la aeronáutica, cortan las piezas «a 45°». Sin embargo, hay que señalar que este modo de funcionamiento de plegado «a 45°» a menudo va en detrimento de la tasa de recortes sobrantes, puesto que la imbricación en el momento del corte es menos optimizable.
Cortar una pieza «a 45° con respecto al sentido de laminación» significa que la fibra se posiciona a 45° con respecto a los pliegues, lo que permite una resistencia constante sobre toda la longitud de los pliegues. La repetibilidad y la resistencia mecánica de la pieza son de este modo mejores.Así, Pierrick Grand – Extratole explica que
«para las producciones en el sector aeronáutico, cortamos sistemáticamente las piezas a 45 grados respecto de la fibra para resolver las limitaciones de precisión de este sector. En la mayoría de los demás casos, preferimos optimizar la materia imbricando sin limitar el sentido de rotación de las piezas».
Este posicionamiento a 45° aporta, asimismo, una homogeneidad a nivel del ángulo de plegado que permite conservar un único ajuste para todos los pliegues idénticos. En comparación, como durante el plegado de una caja que se hubiera cortado «a 90° con respecto al sentido de la fibra», sería necesario un doble ajuste: el primero para plegar los dos pliegues que se encuentran en el sentido de la fibra, y un segundo para los dos pliegues que se encuentran en el otro sentido.
Gerrit Gerritsen – Bystronic añade: «para disminuir las problemáticas de sentido de laminación y retorno elástico, es necesario un radio de punzón por lo menos del espesor de la chapa. Supone menos desperdicio, menos desecho y, por lo tanto, una pieza mejor lograda».
El corte representa el punto de partida del plegado
Copyright Bystronic La preparación del plegado antes, desde el momento del corte, es muy importante.
En el caso de un posicionamiento a 45°, el objetivo de la empresa va a ser forzar la imbricación con la finalidad de obtener durante el plegado el nivel de resistencia y la constancia más óptimos.
Por el contrario, cuando se trata de optimizar la materia, la empresa va a imbricar las piezas sin tener particularmente en cuenta el sentido de laminación.Clément Contet - Arcode, especifica entonces que: «en este supuesto, el plegador va a tener que examinar la imbricación láser o punzonado para ver cómo se han cortado las piezas. Si hay piezas en los dos sentidos del laminado, el operario llevará a cabo un control para estar dentro de la tolerancia».
De este modo, es importante prestar especial atención a la selección de las piezas a la salida de la máquina de corte. Seleccionando las piezas por paquetes dependiendo del sentido de laminación, el plegador va a ahorrarse riesgos de error o de desechos y la prensa plegadora gana en tiempo de ciclo, puesto que el operario tendrá menos tiempo de preparación.
Copyright: se prohíbe la reproducción sin la autorización escrita de Metal-Interface
Contenu
